"Bienaventurados los que lloran; porque ellos serán consolados"
Que son las bienaventuranzas?
Se recurre a este genero para expresar una felicitación a las personas que, por tener una dada cualidad o por mantener una forma de conducta grata, están relacionadas con Dios a quien se identifica bíblicamente como el dador de la vida y de la felicidad.
Cuando en la Biblia se proclama una bienaventuranza o su opuesto, no se busca pronunciar ni una bendición que proporcione la felicidad, ni una maldición que produzca la infidelidad, sino exhortar, sobre la base de la propia experiencia de felicidad, a seguir los caminos que conducen a ella.
Las bienaventuranzas son ocho declaraciones de bendición dichas por Jesús al principio del Sermón del Monte (Mateo 5:3-12). Las bienaventuranzas describen al discípulo ideal y sus recompensas, tanto presentes como futuras.
La bienaventuranza desde la perspectiva de la Iglesia Católica
El Catecismo de la Iglesia Católica describe a las bienaventuranzas como el centro de la predicación de Jesús. Ellas responden al deseo natural de felicidad: "Las bienaventuranzas descubren la meta de la existencia humana, el fin último de los actos humanos: Dios nos llama a su propia bienaventuranza"
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados"
En qué consiste?
Nuestro Señor llama aquí Bienaventurados a todos los que están afligidos por alguna causa y, de modo particular, a quienes están verdaderamente arrepentidos de sus pecados, o apenados por las ofensas que otros hacen a Dios, y que llevan su sufrimiento con amor y deseos de reparación.
Cómo pueden ser bienaventurados los que lloran?
Precisamente esta bienaventuranza es la respuesta emocional de quien ha alcanzado un corazón resignado para encontrarse con Dios y recibir su misericordia, en este sentido, los que lloran reconocen que son pobres de espíritu, y por ello experimentan un dolor que hace posible tal encuentro.
"Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados"
En qué consiste?
Nuestro Señor llama aquí Bienaventurados a todos los que están afligidos por alguna causa y, de modo particular, a quienes están verdaderamente arrepentidos de sus pecados, o apenados por las ofensas que otros hacen a Dios, y que llevan su sufrimiento con amor y deseos de reparación.
Cómo pueden ser bienaventurados los que lloran?
Precisamente esta bienaventuranza es la respuesta emocional de quien ha alcanzado un corazón resignado para encontrarse con Dios y recibir su misericordia, en este sentido, los que lloran reconocen que son pobres de espíritu, y por ello experimentan un dolor que hace posible tal encuentro.
Ese dolor viene dado, porque antes los ojos de Dios todos somos pecadores y justamente esa pena significa que se admite el pecado cometido y hay un arrepentimiento en ello, por esta razón son bienaventurados los que lloran, porque se sensibilizan por sus propios pecados y por los ajenos.
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